Comentario y reflexión sobre la pelicula "Cuando el Destino nos alcance" y las teorías de Thomas Malthus

Desde tiempos remotos han existo personas preocupadas por el destino y el futuro de la humanidad, han hecho infinidades de esfuerzos por despertar en los seres humanos esa llama de la preocupación por cuidar nuestro planeta, ya que de lo contrario se estaría cavando su propia tumba, parece dramático nuestro comentario pero no alejado de la realidad es imperante la necesidad de que todos y cada uno de los seres habitantes de la tierra coloquen freno a la actividades humanas que están maltratando nuestro hábitat, a través del crecimiento industrial, los avances tecnológicos, única y exclusivamente pensando en los beneficios obtenidos (lucro) sin darse cuenta del verdadero problema. Todo esto está sustentado en las teorías de Thomas Malthus quien expresa que con el incremento demográfico habrá más pobreza, escases de los alimentos tanto industriales como agrícolas, para lo cual propone reducir dicho incremento disminuyendo la natalidad, su mensaje era simple, “tener hijos pero no muchos”; con todo esto pretendía interpretar la desigualdad económica, la miseria y la pobreza de las masas trabajadoras bajo el capitalismo como una consecuencia práctica del crecimiento de la población y la escasez de recursos.
Malthus asegura que el crecimiento de la población es mucho más grande que la capacidad de los suelos para producir alimentos, lo que trae como consecuencia un punto de quiebre en un futuro no muy lejano donde no habrá que comer debido a la escases de estos productos y macabramente se pensaría en devorarnos los unos a los otros; algo que se ve reflejado en la película “cuando el destino nos alcance” la cual nos ubica en el año 2022, que para muchos televidentes de hace 40 décadas parecía una fábula y hasta lo tomaban de burla, pero nosotros los seres que vivimos esta época debemos preocuparnos por tan acertada visión, ya que muchas de las cosas allí presentes se observan en la realidad, podemos hacer una comparación entre los 40.000.000 de habitantes de la ciudad de Nueva York en la película y los 12.790.000 de la ciudad de Tokio en Japón, país que se ha visto en la necesidad de implantar leyes que regulan la natalidad, cualquier parecido con las teorías de Malthus, no es coincidencia.
Soylent Green, así se llama el alimento producido con los cadáveres, que no precisamente morían de causa natural sino que provocaban su muerte buscando no seguir viendo tanta desidia y desigualdad entre una minoría pudiente y una mayoría hacinada.
Queda en manos de nosotros, futuros educadores, tratar de internalizar en nuestros aprendices la necesidad de no traer al mundo hijos sólo a sufrir, así como también pensar en colectivo, no sólo en nosotros ya que muchos dirán “tengo posibilidades de mantener hasta 10 muchachos”, pero esos 10 le estarán quitando el sustento a 7 u 8 niños con necesidades.

Audelina Quintero C.I V- 16.859.173
María Eugenia Contreras C.I V 19.026.581
Miguel Angel Teixeira C.I V- 14.790.495